Historia de Pupparola

Pupparola es un nombre que le decíamos a Rita, mi primera hija cuando era chiquita. Hoy ya tiene 8 años y pupparola ya es todo un emprendimiento! (y ella ya no quiere que le digamos así!) Cuando nació la segunda: Bruna, una amiga me regaló un muñeco hermoso y ahí un poco como juego y un poco soñando (nunca había vendido nada en mi vida!) pensé en qué lindo sería poder venderlos!

Y ese fue el germen de este emprendimiento que se fue transformando de a poquito y lentamente ( en casa y con dos niñas el ritmo es el que imponen ellas) en una tienda pensada en la estimulación a través de juguetes creativos, participativos, hechos con materiales nobles y pintados con productos totalmente aptos para que puedan jugar libremente sin límites. Fuí descubriendo y adoptando para mis hijas y para la tienda conceptos de las filosofías montessori, waldorf y Pikler. Pero no me ato a ninguna en especial. Lo que me guía es la máxima: “Cuanto menos hace un juguete, más hace el niño o la niña” . Por eso siempre evito los botones con ruidos, (aunque a ellxs muchas veces les fascina); las pilas, el plástico; para enfocarme en objetos de madera, papel, lana, hechos a mano en su mayoría, por emprendedores locales por lo cual son muy bellos, únicos, estimulan el juego libre y autónomo y además y no menor: fomentan la industria nacional.

Tengo un pequeño showroom en mi casa, al que podés venir con cita previa, en el barrio de Villa Ortúzar (cuando termine la cuarentena!!) o sino, te lo enviamos a tu casa a cualquier lugar del país. Y cuando quieras podés escribirme y consultarme lo que sea! Ah, mi nombre es Lisa, tengo 41 años, soy madre de dos niñas, docente y actriz (todo cuando puedo en la medida que puedo!)